Por Karen Houston
¿Qué es una participación significativa en la escuela a distancia para su hijo/a con una discapacidad en estos días? Tal vez tenga un/a hijo/a que pueda participar en videollamadas con su maestro/a y luego completar hojas de trabajo y otras tareas con su ayuda. Puede ser más como mi hijo, que le cuesta participar en un entorno regular de cuatro paredes con asistencia personalizada y ahora se espera que complete la escuela en línea. Quizás su historia se encuentre en algún punto intermedio de estos ejemplos. Dondequiera que se encuentre en el espectro del aprendizaje en línea, para los niños con discapacidades, lo único que todos los padres tienen en común es que de repente nos hemos convertido en el único maestro para nuestros hijos/as. Mi hijo tiene diez adultos en su equipo de IEP en la escuela, si DIEZ. En casa, con mi esposo trabajando, soy solo yo; una persona. Me he convertido en SLP (patóloga del habla), OT (terapeuta ocupacional), especialista en comportamiento, maestra de educación general y especialista del aprendizaje, solo por nombrar algunos. ¿Cómo cumplo todos estos roles y me aseguro de que mi hijo participe significativamente en la escuela en línea junto a sus compañeros? Bueno, le contaré mi secreto:
“No lo hago.”
Simplemente no puedo. Me alejé de mi trabajo en FACT Oregon durante este período de tiempo sin precedentes, para concentrarme en mis hijos y asegurarme de que estén seguros, alimentados, saludables y también educados. Tengo la suerte de poder aprovechar este momento con ellos. Mi hija se mete a su clase de Google, hace sus tareas y maneja su propio tiempo. Mi hijo toma cada segundo de mi día y todo el tiempo que tengo. Tuve que decidir desde el principio cómo manejar todas las videollamadas, correos electrónicos y tele-terapias que llegaban hacia mí desde todas las direcciones. Todos querían ayudar. Todos querían asegurarse de que no se quedara atrás. Mi corazón se llenó con todas las ideas y la atención que la gente estaba dándole a mi hijo y a mi familia, pero sentía que mi cabeza iba a explotar.
Así es que, leo los correos electrónicos, asistimos a su clase en línea todos los días y luego simplemente hacemos nuestras propias actividades. Él escucha libros y yo le leo todos los días, algunos días son 10 minutos en total y en un buen día una hora. Escribimos en su teclado adaptado cuando está de buen ánimo. No tengo idea de cómo abordar las matemáticas de una manera significativa. Seguimos un horario visual, pero en los días difíciles lo seguimos con más libertad. No me cuestiono porque él no participa significativamente en la escuela en línea, porque estoy demasiado ocupada celebrando las otras cosas en las que estamos trabajando que no tienen nada que ver con la escuela.

Un ejemplo son los paseos por el vecindario. Antes del COVID-19, cada vez que mi hijo salía por la puerta, solo quería subir al automóvil e ir a algún lado. Si intentábamos dar un paseo por el vecindario, gritaba y se tiraba al suelo. Cuando salió la orden de quedarse en casa, supe que ambos tendríamos que salir de la casa, incluso si era solo para dar una vuelta a la manzana, si es que queríamos mantener la cordura. Las dos primeras caminatas no fueron muy buenas, pero en la tercera caminata ya se estaba divirtiendo. Trabajamos para que él llevara su dispositivo de comunicación (AAC), deteniéndose y mirando antes de cruzar la calle y saludando a los vecinos (a 6 pies de distancia). También estamos aprendiendo cómo hacer las cosas de la casa, vestirse y cepillarse los dientes de forma independiente, usar y llevar su dispositivo de comunicación (AAC) todo el día y andar en bicicleta. Nuestra familia comenzó una cena de Dispositivo de Comunicación (AAC) donde todos tienen que usar un dispositivo y un programa para comunicarse, ¡sin hablar! Tantas cosas que siempre hemos hecho por él en vez de hacerlas él, porque teníamos prisa y no teníamos tiempo. Ahora lo que más tenemos es tiempo.

Tener un hijo con necesidades de comunicación y necesidades sensoriales significativas hace que la escuela en línea sea extremadamente difícil. Sin embargo, la situación de estadía en casa en la que nos encontramos actualmente también nos brinda oportunidades que nunca antes habíamos tenido. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para participar en la escuela en línea de manera significativa, pero estoy mucho más entusiasmada de su gran participación como familia.